Por siglos, las sociedades occidentales han construido la feminidad y el ser mujer como una categoría universal, que coincide con el estereotipo de mujer blanca, madre y ama de casa. Lo mismo ha sucedido con la categoría mujer indígena mujer amazónica, y es que no hay nada más alejado de la realidad, pues la manera como se construye el género en las distintas sociedades amazónicas, está relacionado a la división y complementariedad en el trabajo.




Para los pueblos indígenas amazónicos, sólo a partir de la diferencia y la complementariedad puede darse una buena vida en comunidad y una buena relación de pareja.  Por ello, las relaciones entre hombres y mujeres se expresan en términos de horizontalidad y no de verticalidad.